El 11 de diciembre fue declarado “Día Internacional de las Montañas” a partir del año 2003, por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
El ser humano, a través de los siglos, ha admirado las montañas como uno de los accidentes geográficos más importantes de la superficie terrestre. En ellas interactúan muchos factores muy relacionados entre sí, que repercuten en mayor o menor grado sobre el ambiente y el hombre, constituyendo así uno de los ecosistemas más complejos y útiles, pues manifiestan con toda claridad y amplitud la diversidad biológica que representa una invaluable reserva requerida para su subsistencia.
La riqueza de especies presentes en estos ecosistemas se debe a la gran variabilidad de las altitudes montañosas que conllevan diferencias sustanciales en suelos, climas, exposición de la luz solar y abundancia de la humedad.
Gracias al aislamiento e inaccesibilidad, se pueden encontrar especies muy valiosas, ya desaparecidas en otros hábitats, por consiguiente es muy importante su conservación para garantizar que las especies sobrevivientes continúen contando con las condiciones y protección necesarias para que las futuras generaciones, puedan disfrutarlas como un derecho legítimo.
Este año el tema principal desarrollado para esta conmemoración, es la “Gestión de la Biodiversidad en las Montañas para vivir mejor”.
Esta actividad permitirá no solamente recapacitar sobre la importancia mundial de la protección de los ecosistemas montañosos sino también darse cuenta de la imperiosa necesidad de una gestión sostenible de la biodiversidad de las montañas. Esto podrá lograrse a través de la promoción de la atención constante a las necesidades singulares de las comunidades de las montañas, tanto como la puesta en práctica de todos los modelos que permitan garantizar el desarrollo sustentable de las zonas de montaña, siempre con la activa participación de sus pobladores, puesto que son los protagonistas directos por recibir constantemente las amenazas de destrucción. Así también la creación de asociaciones en todos los niveles para promover una gestión de la biodiversidad que reduzca la pobreza, mejore los medios de subsistencia y proteja el entorno montañoso para todos.
En nuestro caso, no hay que olvidar que buena parte del Marquesado del Zenete está incluido en el Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada, que alberga las cumbres más elevadas de la península y ecosistemas de alta montaña llenos de particularidades.
Este es un día para reflexionar de la importancia que tiene esta Sierra para la comarca, de señalar las oportunidades y las limitaciones que afronta su desarrollo, y de crear alianzas que produzcan un cambio positivo.