El 26 de
enero se celebra el Día Mundial de
la Educación Ambiental, que tiene su origen en 1975, año en que se celebró
en Belgrado, el Seminario Internacional de Educación Ambiental. En dicho evento
se establecieron los principios de la educación ambiental en el marco de los programas de las Naciones Unidas.
Además, se publicó la Carta de Belgrado, en la cual se plasman los objetivos
fundamentales de la educación ambiental a nivel mundial.
La
finalidad de la educación ambiental es educar para el desarrollo sostenible, es
decir, compatibilizar el desarrollo con la conservación de la naturaleza.
La educación
ambiental no puede quedar limitada a un cierto interés por la conservación de
la naturaleza, sino que debe ser entendida desde una perspectiva más amplia,
que promueva
cambios personales y colectivos en la búsqueda de una sociedad sostenible y
solidaria, fomentando para ello: la formación, la capacitación, la toma
de conciencia sobre estos problemas, el cambio de valores y actitudes, la
participación en la práctica de la toma de decisiones y la promoción de valores
positivos.
Es
necesario un gran esfuerzo de concienciación en la población para asumir que el
problema ambiental no es únicamente estético, sino una cuestión que afecta a la
propia supervivencia del ser humano. El deterioro ambiental compromete
gravemente la conservación del desarrollo y bienestar social conseguido hasta
ahora, así como el que podemos otorgar a las generaciones venideras.
Algunos
de los objetivos básicos de la educación
ambiental, serían (según el libro blanco de la Educación Ambiental, 1999):
- Capacitar a las personas para analizar de forma crítica la información ambiental.
- Facilitar la comprensión de los procesos ambientales en conexión con los sociales, económicos y culturales.
- Favorecer la adquisición de nuevos valores pro-ambientales y fomentar actitudes críticas y constructivas.
- A poyar el desarrollo de una ética que promueva la protección del medio ambiente desde una perspectiva de equidad y solidaridad.
- Capacitar a las personas en el análisis de los conflictos socio-ambientales, en el debate de alternativas y en la toma de decisiones para su resolución.
- Fomentar la participación activa de la sociedad en los asuntos colectivos, potenciando la responsabilidad compartida hacia el entorno.
- Ser un instrumento que favorezca modelos de conducta sostenibles en todos los ámbitos de la vida.
No olvides que la educación ambiental es fundamental para promover conductas sostenibles y cuidar nuestro entorno.