jueves, 5 de marzo de 2015

DIA INTERNACIONAL DE LA EFICIENCIA ENERGÉTICA


 El Día Mundial de la Eficiencia Energética se celebra cada año el 5 de marzo para reflexionar sobre el uso racional que le damos a la energía, y actuar por un mundo más sostenible y eficiente.
 
La eficiencia energética se plantea como una de las políticas de freno para el cambio climático y la consecución de sociedades sostenibles, junto con el desarrollo de energías renovables y una política de transporte menos agresiva con el medio.


Ser eficiente es hacer un mejor uso de un recurso. La eficiencia energética no significa renunciar al bienestar y calidad de vida, se trata de usar la necesaria con responsabilidad para aprovechar al máximo los recursos naturales, sin agotarlos
 
 Algunas propuestas de eficiencia energética son: 
  • mejora de los procesos
  • cogeneración
  • reciclaje
  • uso de productos menos contaminantes y un consumo inteligente
  • y desde luego, ¡utilizar solo aquella energía que realmente necesitemos

 
¿POR QUÉ SE CELEBRA?

En 1998 tuvo lugar la primera conferencia internacional de Eficiencia energética en Austria. Expertos y líderes mundiales se congregaron allí para encontrar una solución reducir el consumo de energía.

El objetivo fundamental de esta celebración es exponer la importancia de este tema. De cara al futuro se promueve una sociedad más sostenible y el uso de energías renovables. También se toman decisiones para la utilización de
medios de transporte más respetuosos con el entorno.


¿QUÉ SE HACE?

Consumir menos, esa es la idea que se quiere extender entre todos. Para ello, durante ese día se dan conferencias y charlas sobre los desafíos a los que debe hacer frente la energía. Todos podemos formar parte de esta celebración, pequeños y mayores.


¿QUÉ PODEIS HACER VOSOTROS?

Os dejamos algunos consejos para ahorrar energía:

1. Apaga la luz y adquiere bombillas de bajo consumo. También puedes colocar sensores de movimiento para no malgastar la luz, muy eficaces para despistados/as. Ten en los sitios que necesites con más frecuencia, más iluminación, lámparas que proporcionen buena luz (algunas pueden gastar lo mismo, pero no realizan una buen función), fíjate sobre todo en sus diseños. Intenta usar la luz natural en tus actividades.

2. Usa el “stand by”, si dejas de usar el aparato un corto tiempo. Consume menos que si lo dejas total mente encendido: aplicable al móvil, tablet, ordenador, etc.

 3. Coloca una regleta y apágala cuando no utilices los electrodomésticos u aparatos eléctricos. Este sencillo gesto hace que tu bolsillo no se resienta.

4. Desenchufa el cargador. Sigue consumiendo sin el móvil.

5. Escoge electrodomésticos eficientes, mira sus letras. La letra A es tu opción

6. Gestiona bien el tiempo que usas los aparatos. La vitrocerámica la puedes apagar antes y sigue cocinando; el frigorífico no lo dejes abierto mientras realizas otra tarea y mira la cantidad de frío que necesitas, ponerlo al máximo no suele hacer falta (más bien al mínimo); la lavadora ponla siempre llena y en lavados cortos y fríos, y adquiere una que lleve diferentes programas (deja los más largos para la ropa muy sucia que necesita también agua caliente); no tengas todo el día y toda la noche encendido el Wi-fi; el horno guarda mucho el calor, y por lo tanto sigue cocinando, apágalo un poco antes de tiempo; enciende la campana extractora cuando comiences a cocinar y apágala cuando ya no exista humo (abre la ventana o la puerta para que entre aire exterior, se ventilará antes); la aspiradora funciona igual si no la pones al máximo (a no ser que tengas que recoger algo más pesado que necesite mucha fuerza).

7. Revisa tu sistema de calefacción y la entrada de frío por ventanas y puertas. A lo mejor no es lo suficientemente eficiente para tu casa, y consumes mucho más que con otro tipo. Quizás una estufa de pellets es más práctica, todo depende del clima donde vivas. Nunca tengas la calefacción a más de 22 grados, gasta mucho y es poco rentable.

 8. Vigila el aire acondicionado los meses de calor. Inspecciona las entradas de calor a la casa, deja las ventanas abiertas cuando la temperatura exterior baje, refresca y el calor acumulado se esfuma. La temperatura de nuestro hogar no debe ser fresca, entre los 25 grados y los 27 grados es un ambiente confortable, sin calor.

9. Secadora, no gracias. La ropa puede perfectamente secarse en el exterior o incluso dentro de la casa, a no ser que sea un clima muy húmedo.

10. Esos otros aparatos: secador de pelo, calefactor, etc. La alternativa más preferible es no utilizarlos, pero si no hay más remedio con bajas temperaturas. No pongas el calor al máximo, gastarás mucha energía y te durará poco tiempo, ¡así se estropean antes!

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